La Reina. Pablo Neruda
Yo te he nombrado
reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
Pero tú eres la reina.
Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas,
la alfombra que no existe.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
Pero tú eres la reina.
Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas,
la alfombra que no existe.
Y cuando asomas
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.
Sólo tú y Yo,
sólo tú y yo, amor mío,
lo escuchamos.
sólo tú y yo, amor mío,
lo escuchamos.
Este poema llegó a mí a través de un amigo que estaba muy sorprendido
porque según él, Diomedes Díaz, el cantante vallenato, había plagiado a Pablo
Neruda -los que escuchan vallenato sabrán a qué se refería -. No voy a negar
que luego de las risas me tomé enserio su cuestionamiento.
Creo que algunos poetas son ineludibles, Pablo Neruda es uno de ellos. Lo
sé yo, ¿lo sabrá Diomedes? Me gustaría saberlo. Algunas personas dicen que para
ser un personaje ineludible hay que estar un paso delante de la propia época.
Si esto es cierto. ¿Qué pasa con Neruda?
Recuerdo este poema desde aquella historia de mi amigo hace ya bastante
tiempo. Creo que antes nunca me había preguntado enserio por la cuestión de decirle a alguien “eres la reina y hay más bellas que tú”, así que este poema me hizo pensar diferente.
Este poema me gustó porque se parece en muy poco a los otros poemas que
ya no quería leer más: los del amor metafísico, los que dicen por ejemplo: “Su
cuerpo dejará, no su cuidado; / Serán ceniza, mas tendrá sentido; / Polvo
serán, mas polvo enamorado.” Un verso muy bonito, no hay duda. Pero con un amor
no humano.
La humanización del amor me parece que la encontré en Neruda y creo que
esto lo puso sobre los demás. Escribir sobre el cuerpo, sobre lo “mundano” y
volverlo “mundano y no mundano”, ese querer diferente sin ir más allá de las
cenizas, esa forma de querer a este lado del mundo son las cosas de me gustan de este poeta.
Neruda dice algo así como “tienes una hermosa costilla torcida” y no genera
risas. ¿Cómo hacerlo? Por eso es ineludible.
No sé si Diomedes piensa esto en su canción. No sé si leyó a Neruda. Solo
me conformo con saber que “en cualquier lugar del planeta se te puede aparecer
Helena de Troya”.
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