miércoles, 15 de febrero de 2012

Si a veces silencioso. De Guillermo Blest Gana


Si a veces silencioso y pensativo
a tu lado me ves, querida mía,
es porque hallo en tus ojos la armonía
de un lenguaje tan dulce y expresivo.

Y eres tan mía entonces que me privo
hasta de oír tu voz, porque creería
que rompiendo el silencio, desunía
mi ser del tuyo, cuando en tu alma vivo.

¡Y estás tan bella; mi placer es tanto,
es tan completo cuando así te miro;
siento en mi corazón tan dulce encanto,

que me parece, a veces, que en ti admiro
una visión celeste, un sueño santo
que va a desvanecerse si respiro!




Sinceramente este poema me asusta un poco, es fuerte, digamos: cursi. Sin embargo, me gusta de lo que habla, es decir, del silencio. Hoy me encontré una frase: no hables al menos que puedas mejorar el silencio (Borges). Recordé este poema. 

Sobre el silencio se dicen muchas cosas. Quizá lo que más recuerdo es un “teoría” que dice que la música no es una sucesión de sonidos, sino una sucesión de silencios. ¿Es posible? Los silencios de la música se expanden, es decir, se comportan de manera horizontal, en cambio, los sonidos suben y bajan por una línea vertical. Sin embargo, el silencio al que se refiere este poema es diferente (porque hay varias formas de silencios), se refiere particularmente al silencio que hay entre dos personas. 

Un amigo me dijo una vez, que no se sentía cómodo cuando estaba en silencio con su novia. Yo pensé (y él lo sabía) que no llegarían lejos. ¿Por qué? Porque los silencios entre dos, aunque no son lo mismo, se parecen a los de la música: están ahí inevitablemente, hacen parte de los momentos de los dos.  Algunas personas creen que no es que haya silencios, que lo que pasa es que hablan las miradas o las caricias. Sin embargo, parece que sí existen silencios cómodos, agradables y diferentes, sin miradas, sin la intromisión de la piel. ¿Cómo es posible que existan estos “silencios íntimos” a través de los cuales “viaja la información” sin ir por un medio? No sé. Si alguna vez, está con alguien y se encuentra uno de esos silencios, haga como nos dice Blest o Borges: no lo arruine.

4 comentarios:

  1. Con este poema me conquistó mi novio. Gracias, Guillermo Blest Gana

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  2. Con este poema me conquistó mi novio. Gracias, Guillermo Blest Gana Hoy en día es mi esposo y todavía recordamos el poema juntos.

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